Los antioxidantes son de beneficio para la salud porque protegen a las células del daño que causan los radicales libres. Por ello previenen el envejecimiento y la aparición de enfermedades.

 

El cuerpo siempre necesitará el apoyo de muchos nutrientes para su adecuado funcionamiento. Los alimentos proveen vitaminas, minerales, aminoácidos, entre otros. Cada uno tiene un papel fundamental, pero los antioxidantes son considerados de los más importantes porque su función es proteger a las células del daño que causan los radicales libres. Estos nutrientes pueden encontrarse en varios alimentos, por eso los especialistas recomiendan una alimentación balanceada y saludable.

De acuerdo con Carolina Aguilar, nutricionista, los radicales libres son las moléculas responsables de alterar los sistemas biológicos que provocan enfermedades o aceleran el envejecimiento. “Una definición más científica es que los radicales libres son átomos inestables y reactivos que roban electrones a otros átomos para ganar estabilidad y provocan la destrucción de células. Esto se ve reflejando en el envejecimiento y en la aparición de enfermedades”, dice la profesional.

Los antioxidantes son las sustancias químicas que tratan de equilibrar los radicales libres, ayudando a detener o limitar su daño para que no se lastimen más células. Su objetivo principal es proteger y revertir los problemas que causan, creando inmunidad.

Existen diferentes hábitos que propician la aparición de los radicales libres, como el consumo excesivo de alcohol, tabaco, no dormir lo suficiente, estrés, una mala alimentación y la contaminación, según Alejandra Chávez, nutricionista.

¿Cómo consumirlos?

El cuerpo produce los antioxidantes llamados enzimáticos, como el glutatión. Pero, también se pueden adquirir los “no enzimáticos”, mediante muchos alimentos y vitaminas, como frutos rojos, mariscos, cítricos y verduras. Dentro de estas últimas, se encuentran en la zanahoria, alcachofas, espárragos y brócoli.

Una dieta equilibrada, que incluya alimentos de todos los grupos, alta cantidad de frutas y verduras, alimentos integrales, legumbres, mariscos y frutos secos, así como baja en azúcares, alimentos procesados y grasas saturadas será la clave de una alimentación antioxidante. También se debe combinar con actividad física.

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Fuente: prensalibre.com – Andrea Jumique