Es conveniente que los niños, al igual que adultos y mayores, no tengan una vida sedentaria. Este hecho se hace todavía más importante en invierno, ya que además de ser beneficioso para la salud, hacer ejercicio o actividades puede calentar la temperatura del cuerpo.
Que no les falte vitaminas a los niños en invierno
Un aspecto muy importante para cuidar a los niños del frío en invierno, es asegurarte que no les falte ninguna vitamina. No es bueno ni el exceso ni la falta de vitaminas, lo que hace que haya que buscar un equilibrio. Por lo tanto, para que los niños tengan todas las vitaminas necesarias (vitamina A, B, C, D, E, K y F), lo mejor es llevar una correcta alimentación. De este modo, con nutrientes adecuados como verdura, legumbre, fruta, carne, pescado o cereales entre otros muchos, conseguiremos el objetivo de que los niños adquieran todas las vitaminas necesarias.
Ropa de abrigo adecuada
La diferencia de temperatura entre el interior de la casa y el exterior es muy alta. Por este motivo, hay que abrigar a los niños para mantener su cuerpo a una temperatura adecuada. A diferencia de hace unos cuantos años, hoy en día hay soluciones económicas para abrigar a los niños como plumíferos o ropa térmica. Este tipo de prendas son ideales, ya que además de abrigarles en invierno, les ofrece libertad de movimiento para continuar con sus juegos y actividades. Al ser ropa ligera, asimismo, es muchísimo más cómoda de llevar.
Cuidar la piel del frío en invierno
La piel de los niños en invierno, debido al frío y al viento, por norma general se encuentra más seca y áspera. En consecuencia, hay que hidratar la piel más que en otras estaciones del año. Hay que tomar mayores precauciones en zonas como los labios, ya que son muy sensibles y es fácil que se agrieten y se formen pequeñas heridas. Para el resto del cuerpo, es aconsejable usar crema hidratante para que la piel de los niños absorba todas sus propiedades.
Temperatura adecuada en casa
En el hogar es conveniente mantener una temperatura adecuada. De la misma forma que no es aconsejable estar por debajo de los 20 grados, tampoco lo es sobrepasar los 24. De hecho, se estima en 21 grados la temperatura ideal para tener en casa en invierno. De esta manera los niños estarán confortables, y en el momento de salir al aire libre el cambio no será tan brusco.
Pensando en la calefacción, además de mantener una temperatura alrededor de los 21 grados, hay que procurar que el ambiente no sea seco. Esto es debido a que puede crear tos e irritación de garganta en los niños. Por lo tanto, para estos casos es recomendable usar recipientes con agua o humidificadores.
Por último, y no menos importante para mantener una temperatura adecuada, es sustituir la ropa de cama de verano por una de invierno. De esta manera los niños mantendrán la temperatura a la noche, lo que hará conciliar el sueño.
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